lunes

Los caminos largos

No sé si alguna vez mencioné aquí que siempre me sucede que todo lo que quiero sale, que he logrado en la vida todas las cosas que me he propuesto. Sin duda me siento orgullosa, muy feliz por eso, solo que a veces quisiera que los caminos para llegar a las metas no fueran tan largos.
Yo sé que las cosas que se hacen con esfuerzo se aprecian más, que lo que no te sale ragalado es lo que más valoras, lo que más cuidas y de lo que más te enorgulleces. Sé también que todo demora pero llega y llega en el momento preciso, cuando tú estás mejor preparada para recibir el regalo y apreciarlo. Pero tantas veces siento que hay muchos atajos para lograr las cosas y que yo siempre me encuentro solo con las bocacalles de los caminos largos.
Hay ese típico dicho que ponen en los guardachoques de los buses y de los camiones que dice 'trabaja y no envidies', pero a ratos, como buena humana que soy, sí me pasa que envidio a la gente que logra las cosas de manera relativamente fácil, a la que no le hace falta hacer mucho esfuerzo para alcanzar cosas por las que yo he luchado y he trabajado durante mucho tiempo y a conciencia.
Porque no es que me haya dedicado a envidiar y no a trabajar. He trabajado, trabajo, duro, me esfuerzo muchísimo por crecer, por capacitarme, pero a veces siento que la recompensa no está de acuerdo con el esfuerzo que hago. Sé que hay que trabajar sin esperar que te admiren por eso sino por una satisfacción interna que te hace cada vez llegar más lejos. Yo llego siempre cada vez más lejos, cada vez las metas son más altas, pero quisiera de verdad alguna vez en la vida encontrar un atajo que me lleve rápido a ciertos triunfos que sé que me merezco.
En fin, luego de soltar la moreliada, pues me pongo a trabajar nuevamente, el camino es largo, como siempre.

miércoles

Un año con Olivia

Sucede que todo empezó hace un año, el 9 de abril de 2007 y hasta hoy han pasado muchas cosas y el este blog ha sido un chévere compañero de viaje. Siempre es bueno escribir, plasmar lo que vas sintiendo, las cosas que te pasan, en fin. Este año ha sido muy divertido, lleno de descubrimientos y de cosas gratas más que ingratas. Ha sido también la oportunidad para conocer a mucha gente que. con sus blogs y comentarios, ha hecho aún más grato el camino. Eso, gracias a todos los que se han acercado, a los que me han leído, a los que han comentado y ojalá podamos hacer juntos muchos más tramos del viaje. Salud.

viernes

Paranoia

A veces, bueno, casi siempre me decanto por juzgar las situaciones con el metro de las experiencias pasadas. Por ejemplo, desde que me asaltaron, hace ya varios meses, me resulta muy difícil caminar por mi barrio pasadas las seis y media o siete. Siempre camino mirando a todas partes, atenta a cualquier persona que se me medio acerque y cambiándome de acera cada vez que miro a alguien sospechoso. Bueno, claro que por andar así he evitado que me asalten un par de veces más, lo que aumenta la paranoia. Es feo estar así porque ya no te sientes segura en ninguna parte.
El martes, por ejemplo, estaba caminando como a las diez de la mañana por una zona supertransitada y sentí que alguien caminaba muy cerca de mí. Yo empecé a ponerme a la defensiva y a buscar el gas en mi cartera, cuando este señor me dice 'señora', la cosa es que me asusté y casi salgo corriendo. Y solo era un cubano que necesitaba llegar a las oficinas de inmigración. O sea... la situación es patética.
En cuestión de relaciones me pasa algo parecido: tiendo a medir con la misma vara a todos los hombres que pasan por mi vida, me come la paranoia y malinterpreto cualquier descuido. En fin, también es como lo de los ladrones porque pienso que en cada cosa hay una trampa, cuando no es así, gracias a Dios.
Bueno, eso no más.