jueves

35

Sí, 35, ya casi es 11 de enero y entraré definitivamente en la adultez, ya no seré más un adulto joven sino un adulto a secas, auch. Y. como todos los años, esta es la fecha de mi evaluación de año nuevo.
El 2012 fue un año espectacular, de los mejores que he tenido, bisiesto, feliz, tranquilo, lleno de sorpresas gratas y aprendizajes. Si bien empecé un poco con los rezagos del mal año anterior, poco a poco las cosas fueron encontrando su sitio. Pasaron muchas cosas y tan rápido que a veces no logro recordarlas. o no puedo creer que hayan sucedido, en fin.

En cuanto a lo profesional, fue un año muy bueno. Escribí mi primer diccionario, y creo que es la mejor de todas las experiencias laborales del año. Me costó mucho, fue duro y largo, pero nació y además creo que es un producto de gran ayuda para el mundo. Orgullo total. También empecé a publicar mi columna semanal en un periódico, ya lleva nueve meses y sigue en pie. Orgullo total también. Creé una asociación, que espero que dé muchos frutos. Participé en un congreso internacional representando a mi país. Conseguí un nuevo trabajo en una universidad hermosa, donde me pagan bien y valoran mi esfuerzo. Me he consolidado en mis otros empleos. La semana que viene empiezo un nuevo reto. He visto cómo este año muchas cosas se han dado muy bien en el aspecto profesional. He rechazado trabajos también porque si he algo he aprendido este año es a valorarme y darme la importancia que me merezco. En fin, ha sido un año muy bueno, de mucho crecimiento, de mucho esfuerzo y de buena cosecha, espero que también de buena siembra.

En el aspecto emocional, si bien no llegó el hombre bueno que pedí, me he sentido muy bien. Este año, como dije, he aprendido a quererme y valorarme. Ha sido un año de mucha introspección, de pensar mucho sobre mi comportamiento, de pensar mucho en mí, de mirar para adentro y aprender, he aprendido mucho. Ahora me siento una mujer más libre, más independiente, más feliz. Ha habido altibajos, como en todo, no voy a negar que no me han afectado los matrimonios de mis hermanos, pero creo que precisamente este crecimiento que he emprendido me ha hecho ver con menos drama las cosas. Eso es, he aprendido este año a bajar los niveles de drama, no lo logro de todo, soy una capricornio al fin y al cabo, pero creo que voy aprendiendo a darles a las cosas su justo valor, a no ahogarme en vasos de agua sino a vivir y vivir bien, con ganas. Tanto, que siento que no me hace falta tener a alguien a mi lado para ser feliz, lo quiero, sí, lo anhelo, lo añoro, pero sé que no es a felicidad, sé que no llegará sino hasta que esté preparada y sé también que no me voy a sentar a esperarlo, que los momentos de Dios son perfectos, así que no me apuro, no me apuro.

¿Qué más? Me cambié de casa a un depar hermoso que me encanta y en el que me siento muy cómoda y tranquila, viajé dos veces, conocí lugares espectaculares y he conocido a mucha gente interesante.
He fortalecido mis amistades y me siento feliz por eso, porque no tengo muchos amigos cercanos, pero sé que los que están son los buenos, los que valen la pena en este momento del camino, porque he aprendido a darme cuenta también que nada es eterno, y precisamente por esto debemos aprovechar lo que tenemos cuando lo tenemos.

Otra cosa que me ha ayudado mucho este año es que he sentido que he vuelto a Diosito, he vuelto de una manera más madura, más sincera y eso ha sido el mayor apoyo para sentirme como me siento.
Eso, creo que este año va a marcar en muchos aspectos un antes y un después, ya lo he dicho: es la tercera vida de la princesa gato. Siento que ha sido un año de paz, de aprender, de pensar, de reconocerme y de amarme. Me siento más fuerte, más grande, más adulta y no quiero quedarme en esta sensación, quiero seguir creciendo. Después de un año tan bueno, el reto es más grande, es hacer que este año sea mucho mejor, sea la cristalización de muchos sueños, de muchas cosas que he construido, quiero ser feliz, quiero seguir creciendo, quiero amar también y tener mucha fe para dejar todo en manos de Dios.


Eso, estoy segura de que este año también va a ser bueno, sobre todo porque sé que puedo hacer mucho para que sea así. Solo estoy agradecida... que viva la adultez.