domingo

Nostalgia de Olivia

He dejado de escribir en el blog. Tengo muchas cosas que decir, pero nunca encuentro las palabras. Por eso siento nostalgia de la Olivia que empezó a escribir y que tenía tanto que decir. Ahora hay tanto, pero no hay cómo y me da un poco de penita. Me puse a repasar los posts que he puesto desde que empecé el blog y han pasado tantas cosas: cambios de casa, novios, romances, dolores, alegrías, planes, amigos, idas, venidas, viajes... en fin, muchas cosas, y me pregunto dónde está Olivia ahora. A veces me siento en ninguna parte, como que la vida no avanzara o como que avanzara pero sin mí, como si me estuviera quedando como simple espectadora de todo, como esos espectadores que van al cine a ver lo que sea porque lo que quieren es estar ahí, mirando cómo la vida pasa frente a sus ojos sin tomar partido. Me siento así, con las cosas pasando y yo quedándome, y quedándome sin ganas de ir, ni de ser ni de estar.
Tengo nostalgia de la Olivia que podía reflexionar y escribir y decir y decirse lo que iba sintiendo, porque de esa manera desmadejaba los hilos mentales que se iba armando. Ahora tengo hilos mentales en todas partes, siento una madeja enorme en el corazón y no tengo ni idea de cómo hacer para desmadejarla. Sé que una de las palabras es voluntad, pero me falta.
Espero que pronto pase todo esto, que algún rato alguien salga de la pantalla y me obligue a ser parte del filme, seguramente ese alguien deberé ser yo misma, la Olivia que siempre ha salido sola, la que no se ha dejado nunca, la que es.
Eso, mientras tanto trataré de seguir desmadejando todos estos miles de hilos, y poco a poco ir separando los colores y las texturas para luego sí ponerme a tejer algo decente y que me guste y que tenga ganas de usar.

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