domingo

Berrinches

Este último tiempo ha sido un tiempo de aprender lecciones, muchas lecciones, en cuanto a cómo manejar mi vida y llevar mis relaciones. Espero haber aprendido la lección y ser lo sufiientemente fuerte como para no volver a tropezar con las mismas piedras. En general me siento tranquila, más contenta conmigo misma y más grande; sin embargo, a ratos me dan berrinches como a niña chiquita. Siempre he tenido un problema con la paciencia, siempre he sido demasiado impaciente, aunque la vida siempre me ha enseñado que la magia, el encanto de los regalos está en el saber esperar. Esa es una lección que no aprendo. Siempre me ha tocado seguir caminos largos, siempre les he encontrado sentido, sí, pero no terminan gustándome del todo. Ahora mi gran pregunta es si de verdad habrá alguien para mí, mi gran certeza es que hay alguien para mí, pero este es un camino largo que a ratos no me gusta. No suelo ser de las personas que se quedan a esperar que las cosas le lleguen, no, siempre he ido por ellas precisamente por mi impaciencia, pero sé que hay cosas que no están en mis manos y que no puedo salir a buscar. Tampoco voy a poner mi vida y mis esfuerzos en función de encontrar a alguien pero quiero que llegue, y lo peor es que no sé cómo hacer para que venga ni para traerlo desde el planeta en el que está. He tenido muchas experiencias con todo tipo de hombres y cada vez siento que el que es para mí está demasiado lejos porque no puede estar entre tanta mierda que me he encontrado. Quiero creer que el amor existe, que hay alguien para mí, quiero vivir con esa certeza pero no hay respuestas de ningún tipo. Eso, hasta aquí el berrinche.

No hay comentarios: