viernes

...

Hoy me dio ganas de escribir pero no tengo mucho que decir. Todo es aburridamente normal, trabajo todo el tiempo, y eso, trabajo todo el tiempo, no pasa nada más. Sí, la verdad no hay mucho que decir. Lo bueno es que tengo tres trabajos y cambio de aire de vez en cuando, pero no estoy haciendo más que trabajar y eso me alegra y me entristece un poco. Igual, si no hubiera que trabajar, tampoco habría mucho que hacer. Parece que me he vuelto una especie de amiga con buena espalda, todas mis amigas cercanas tienen pareja, y, como novio mata a amiga, ya no tengo planes, excepto trabajar, por supuesto. No quisiera que este post fuera una amarga queja de lo sola que me siento, no, solo es una forma de contar cómo me siento y empezar a ver si entiendo algo. Esta etapa de mi vida tiene cosas buenas, el trabajo es y no lo es, pero que más es que no es, en fin. Estoy tratando de tomar decisiones drásticas, ya lo hice cerrando mi Facebook, ya decidí hacer dieta y estoy cumpliendo, no quiero volver al bar al que siempre voy, y quiero largarme. De hecho, creo que eso es lo único que quiero, largarme, no estar aquí nunca más, buscar un sentido en alguna otra parte, el problema es que para irme a donde sea primero necesito saber quién soy y a quién me llevo de viaje. En fin, no me gusta sentirme así, y estoy segura de que esto pasará, pero no sé cuándo y eso, solo eso, ahora voy a seguir trabajando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras me tomo un cafecito te digö: no te presiones, deja que las cosas fluyan naturalmente, disfruta en lo posible de tu trabajo y del milagro de amanecer cada manana.

Todo se irá acomodando. :)

(el anónimo del post anterior)

Olivia dijo...

Gracias, Anónimo, sí la verdad a veces me presiono, pero, bueno, qué puedo hacer con tanta impaciencia. Un abrazo y gracias por visitarme