viernes

La relación que no lo es

Hace algún tiempo, dejé irse a un oasis. ¿Lo recuerdan? No, no me estoy arrepintiendo para nada. Pero de vez en cuando me viene a la mente esa historia porque recuerdo qué fue lo que hizo que quisiera alejarme: yo quería que las cosas tuvieran nombre y por esa manía cerré las puertas y todo se acabó. Bueno, bueno, no todo fue por mi manía, también fue porque tenía que acabarse y porque yo ya había esperado demasiado, en fin.

Resulta que lo que tengo con PJ tampoco tiene un nombre y supongo que nunca lo tendrá. Y el tiempo va pasando y nos vamos quedando y al final todo es tan genial que no importa si tiene o no un nombre. Es extraño, porque en otros tiempos yo hubiera sido la primera en preguntar qué somos y en empeñarme en nombrar las cosas y decir hasta aquí si esto no tiene nombre. Pero ahora todo está bien.

A veces, cuando me encuentro con aquel oasis en el messenger pienso que quizá las cosas hubieran sido más felices si supiera lo que sé ahora, pero no me arrepiento de cómo fueron, igual tenía que pagar un precio para aprender la lección. Solo espero que él esté bien y encuentre a alguien como yo lo encontré.

Hay días en que pienso en esta historia con PJ, que no tiene un camino trazado, que no se llama nada, y pienso en parar y seguir mi camino. Pero hay otros días, la mayoría, en que pienso en él y lo miro dormir a mi lado, hacer el café, traer las golosinas que me gustan, hasta estar por todo lado con esa manía de poner todo en orden y decir la última palabra, y agradezco de todo corazón por el ascensor que hizo que nos juntáramos y por las mil razones que hacen que todos los días podamos compartir un pedacito de vida. Y si se acaba mañana, Diosito no quiera, estoy segura de que aproveché cada uno de los instantes.

Eso, qué bueno que una pueda de vez en cuando aprender lecciones.

1 comentario:

Vagandomundos dijo...

qué bueno que volviste a escribir, te extrañaba. que vivan los oasis, la relaciones no relaciones, los sapos y los príncipes. Mientras haya amorrrrrrrrrrrrrrrr todo es más fácil.