miércoles

Ay, la buena estrella

Al final nuevamente me salvó mi buena estrella, mi angelito de la guarda que hace horas extras, Diosito que nunca me abandona, en fin.
Cuando pasan estas cosas siempre me pregunto si no estaré desperdiciando mi vida, o sea, es como que recibo y recibo regalos y nunca sé si estoy a la altura de tanta generosidad y de tanto cariño y de tanta suerte. Yo creo que esto va más allá de la suerte y que tarde o temprano me tocará rendir cuentas de lo que he hecho con tanto bono extra que recibo.
Bueno, solo agradeceré y trataré. como siempre trato, de estar a la altura de las circunstancias y de hacer bien todo lo que hago, supongo que esa es una manera de pagar y de retribuir. Eso...

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