lunes

¿Qué será de las palabras?

Ya había hablado aquí de mi falta de palabras, de la poca inspiración que ahora tengo, de la pereza que me da hasta escribir un mail, de que siento que hay mucho que decir pero no puedo decirlo. En fin, tampoco hoy tengo nada que decir, solo que extraño el tiempo en que cualquier historia era pretexto para un cuento, para otra historia, para una nueva mirada; en que cada sentimiento o cada imagen motivaba una cascada y algunas cosas que hasta me parecieron genialidades.
Sé que es una etapa más, que a veces cuando una está bien no tiene mucho que decir, cuando debería ser al revés, porque ahora siento que hay mil imágenes y mil historias que quiero gritar y las palabras no colaboran. Quizá sea cuestión de práctica o de darme tiempo o de interiorizar, qué sé yo, pero de que hacen falta hacen falta.
Eso, ojalá el dios de las palabras se apiade de mí y me ayude con lo que me falta: palabras, que yo pongo las historias.

2 comentarios:

Nadia dijo...

Te pediría que me cuentes las historias, es que aún la curiosidad no me ha matado, terrible defecto.

Mœxtazzo dijo...

Como ejecutivo designado en estos tiempos de neo-socialismo, la consigna de que Quito sonría y que el blogueo sea ya de todos, te aconsejo de la misma manera a la que a la infortunada comentarista anterior le receté la colección LNS, pero esta vez con el dictamen de que escribieras cuentos tan cortos como puedas y con la mayor cantidad de trama incluída.

Algo así como historias mínimas, de no más de un párrafo, y que pudieras retomar eventualmente, como parte de un todo menos "look momma!"