domingo

Perro semihundido

A ratos soy un poco remedona. Lilit escribió en su blog sobre su cuadro favorito y mientras le escribía el comentario contándole cuál era el mío, me di cuenta de que hay mucho que me gustaría decir sobre el cuadro que más me ha impactado.

Nunca lo había visto antes. Lo encontré en El Prado la primera vez que fui. Debió haber sido un frío domingo de enero, cuando mis ojos y mi vida empezaban a alucinarse por Madrid. En mi primer recorrido por el museo fui en busca de lo típico: no podía perderme El jardín de las delicias de El Bosco, ni Las Meninas de Velázquez, ni las majas de Goya, cada uno de ellos me impresionaba (es tan increíble esa sensación de mirar de frente maravillas que solo habías visto en fotografías) y no podía dejar de sentirme anonadada frente a tanta maravilla.

Goya siempre me ha llamado la atención, no sé mucho de pintura, de hecho siempre me enfrento al arte con la mirada del niño, con la única expectativa de que me llegue, de que me guste. Entré a la sala donde está la serie de Los desastres de la guerra y varias otras de las pinturas negras de Goya. Insisto en que su pintura siempre me ha sobrecogido y me encantó llegar a esa sala. Y lo vi. Nunca antes había visto ese cuadro, pero ahora estaba frente a mí: con la única figura de la cabeza del perro que mira desde la arena hacia alguna parte. El perro se hunde y solo lo rodea la arena, solo lo rodea la nada, mira a alguna parte y nunca se sabe adónde, quizá esté buscando la manera de asirse con los dientes a algo o mirando a quien lo dejó ahí. No sé, no quiero saberlo tampoco. Pero ese es mi cuadro favorito, el del perro semihundido que me recuerda lo frágil o lo sola o lo semihundida que a ratos puedo estar, pero ante todo que incluso de la desesperación y del hundimiento puede sacarse una obra de arte.

Luego volví varias veces a El Prado y siempre lo primero que hice fue correr hacia mi perro y quedarme ahí delante de él por mucho tiempo. Lo último que hice en Madrid fue visitarlo y llevármelo en las pupilas, en la mente, en el sobrecogimiento de la memoria...

1 comentario:

Ti. dijo...

Eso me recuerda cuando estuve en Londres y justo hubo una expo sobre los Post-impresionistas en Gran Bretaña. Y derrepente ahí estan los intores reflejados en sus cuadros. esos que siempre habia querido tener frente a frente, bueno algunos entre ellos Matisse uno de mis favoritos aun que no estaba "Icaro" estaba "Blue" y como un bonus pude ver "mujer con magos de Gaugin. momentos de extasís