domingo

Códigos morales

Este es un tema que ha rondado desde el viernes. Y hoy, domingo, se me ocurre escribir un poco de esto. Estaba pensando en las cosas que yo no haría nunca, pero nunca es nunca.

Algo que no haría nunca es cruzarle el levante, el novio, el agarre, el amante, el ex o lo que fuera a alguna de mis amigas. Y eso, jamás sería capaz de pararle un poquito de zona a alguien que haya estado con una amiga mía, independientemente de si la relación haya funcionado o no, de lo que sientan el uno por el otro, de que no se hablen nunca, de que sepa que esa pareja no va a ninguna parte.

Jamás sería capaz de hacer algo así, es más, nunca le daría mi teléfono a uno de estos hombres que no tienen por qué estar en mi vida y ni siquiera seríamos amigos, por más que a mí me cayera bien o se me cruzara por la cabeza que hasta nos iría bien. No, nunca lo haría y eso porque no me parece justo pisar en terreno ajeno, porque no me parece pertinente sacrificar una amistad por un hombre, porque sé por último que al final la vida te devuelve con creces las cosas buenas o malas que has hecho.

Eso, creo que un par de veces me han gustado hombres ajenos, y cuando hablo de ajenos me refiero a hombres que hayan estado alguna vez en territorio de mis amigas, y creo que esas veces, que no se las he contado a nadie, me he sentido pésimo, una intrusa, en fin. Pero me he sentido mal solo con la idea, supongo que si diera un paso más no me pudiera perdonar nunca. La vida es muy extraña, el rato menos pensado estás en sitios donde nunca pensaste estar y donde juraste que nunca ibas a estar, pero creo que el día en que se me ocurra entrar a territorio ajeno me habré convertido en la que no quiero ser, espero que no suceda. Y espero, por supuesto, que mis amigas se manejen por los mismos códigos morales que yo, amén por eso.

No hay comentarios: