jueves

Vamos a contar mentiras

Siempre he tenido ganas de escribir un poco sobre las mentiras que nos inventamos para disimular nuestros fracasos. He aquí una historia:

P es el típico machito, en la empresa está acostumbrado a que todas las mujeres se fijen en él. Pero llegó ella y, claro, tuvo un poco de ganitas de saber qué era lo que lo hacía tan irresistible y como ella también es irresistible lo conquistó enseguida. Todo fue cuestión de días, una salida, una visita de él a su casa, nada más. Eso fue suficiente para que ella descubriera que P en realidad no tenía nada de irresistible, que era un odioso narcisista y que encima olía mal. Entonces, ella dejó de responder sus mensajes, nunca lo buscó y siguió comportándose igual de atenta cuando se lo encontraba en los pasillos. P tampoco insistió, por supuesto, en días ya tenía otro objetivo. La verdad era obvia: entre los dos no hubo feeling, solo ganitas y ya.

Ahora, la mentira según P. Según él, hubo mucho feeling entre los dos e iniciaron un romance (bueno, digamos que no es tan mentira, si tomamos como romance a una salida y una acostada), pero se cruzó una mujer más linda y P la abandonó a ella, que quedó muy triste con la historia, pues, como todas las mujeres que han pasado por su vida, no se resigna a perder a semejante partidazo. Entonces, ella, cual una viuda, llora en los pasillos y lo busca, pero su generoso corazón ya pertenece (al menos durante esta semana) a otra.

Eso, la historia, como tantas otras, es real y pudo haberle pasado a cualquiera, de hecho, me imagino que cualquiera de nosotras debe haber pasado alguna vez por una historia como estas. La cosa es que a nosotras no suele asustarnos tanto la verdad, si no hubo feeling no hubo nomás, nadie se va a morir porque alguien que pensaste que iba a gustarte no te gustó tanto el rato del rato. Pero siempre hay el típico que se inventa la historia de que ella se muere por él y solo porque no puede aceptar que a veces las cosas no funcionan entre la gente normal, que no puedes parecerle un bombón a todas. En fin...

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