jueves

Sin sentimientos

En su blog, Litit hace una pregunta abierta: ¿han sentido que se quedan sin un solo sentimiento alguna vez? Pues mi respuesta es sí, bueno, eso de quedarse sin un solo sentimiento es relativo, porque incluso estar consciente de no sentir nada es sentir algo, pero sí, hay veces en que solo soy un zombi que camina, que se mueve, que vive, que trabaja, que tiene sexo sin un solo sentimiento.

Lilit se refiere al sexo casual cuando habla de quedarse sin sentimientos. A esa sensación horrible de tener a alguien encima o abajo y no sentir nada, ni deseo, ni pasión, ni asco, nada, sino hacerlo mecánicamente, como lavarse los dientes o ponerse las medias. Es terrible, pero me ha sucedido también. Es terrible porque luego de ese momento, cuando corres a abrir la llave de la ducha para quitarte de encima no solo el olor sino la presencia-ausencia del otro, viene la nada, el preguntarte qué estoy haciendo, hasta qué punto he llegado, en qué me estoy convirtiendo. Pongamos de lado cualquier precepto moral porque esto no se trata de moralidad o no, se trata más bien del encuentro con una misma, con sus propios límites, con sus puntos ciegos.

El no llegar a sentir nada me parece que es una alerta, no sé si de nuestra psiquis o de nuestro cuerpo o de ambos, de que algo no anda bien, de que es tiempo de pensar en nuestras propias necesidades y en nuestras prioridades. Y bueno, si el sexo es una prioridad y una necesidad, hay que aprender a disfrutarlo como eso, como algo intrínseco a nosotros mismos. Pero si el sexo no es la prioridad, sino el puente hacia otras prioridades, pues hay que tomarlo así y vivirlo así, como el medio para algo, no con el fin, tampoco como el escape para tapar nuestras carencias.

En fin, no creo que sea malo quedarse sin sentimientos, solo es como cuando vaciamos un balde, tiene que venir agua nueva, tienen que surgir otras cosas que calmen nuestra sed, y las cosas primordiales, esenciales, son las que quedarán en el fondo, dando sabor a las cosas, a la vida. Nosotros somos como el balde, solo tenemos que ser valientes para dejar llenarnos de nuevo, solo no hay que tener miedo de no sentir lo mismo... Ay, ojalá haya sido clara.

No hay comentarios: